Serrano & Asociados aboga por la innovación urbanística; Actuación de Dotación como instrumento clave en la regeneración y puesta a punto de la ciudad. Modificación puntual PGMO de Cartagena, Actuación de dotación “Adoratrices”.
El urbanismo de este momento histórico de ajuste y búsqueda de la sostenibilidad se centra y concreta en la ciudad construida. Su instrumenta en el marco jurídico-urbanístico vigente con las actuaciones de dotación (arts. 7.1.5 y 18.2 Texto Refundido de la ley de Suelo y Rehabilitación Urbanística, RDL 7/2015; art. 193 y otros ley 13/2015, de Ordenación Territorial y Urbanística de la Región de Murcia), de reciente regulación.
Serrano & Asociados, Urbanistas, coordina y dirige una propuesta de actuación de dotación en la ciudad de Cartagena. Esta iniciativa consiste, en esencia, en la modificación del uso y la edificabilidad que el planeamiento vigente atribuye a un solar hasta ahora inutilizado inserto en el área de suelo urbano consolidado del ensanche de Cartagena. Un cambio de uso de Equipamiento Educativo privado (especialmente predominante en este ámbito) a uso Residencial y Comercial, con disminución de la edificabilidad, a fin de implantar en una zona excesivamente compacta el concepto de edificación de manzana abierta, integrado por equipamiento comercial y residencial en dos bloques con aprovechamiento para aparcamiento en su subsuelo. Todo ello unido a una amplia zona verde adicional adyacente.
La actuación se acompaña de una cesión de suelo dotacional al Ayuntamiento de Cartagena. En este sentido, se ha de tener en cuenta que, pese a que la edificabilidad disminuye, el cambio de uso supone un incremento del valor de repercusión de suelo correspondiente al uso Residencial-Comercial, que demanda un correlativo incremento dotacional público.
Con ello se aspira a lograr una mejora sostenible de la ciudad en cuanto a uso residencial y comercial convenientemente mezclados, en el ámbito en que se pretende actuar, proporcionando nuevas edificaciones coherentes con el entorno, así como un enriquecimiento de su ordenación actual por el incrementando las dotaciones públicas. Algo que a todas luces revierte en beneficio tanto público como privado, permitiendo la cualificación de una ciudad que bien podría ser puntera en este campo, como es Cartagena.
Y es que, bien debido al planeamiento general de Cartagena, que data de 1987 (nótese que el plan general de 2011 ha sido anulado por los Tribunales), bien por factores económicos y medioambientales, (DL 2/2019 de Protección Integral del Mar Menor) lo cierto es que el crecimiento urbanístico sostenible de esta ciudad se prevé complicado en cuanto a nuevas expansiones o recalificaciones de suelo se refiere y cualquier operación urbanística de calado queda constantemente bloqueada. Por ello se impone la necesidad cada día más apremiante de reinventar la ciudad ya construida, de centrar la atención en el suelo urbano de Cartagena, y de emplear sobre el mismo las nuevas vías que la legislación del suelo brinda para la intervención urbanística en esta clase de suelo, como es la antedicha actuación de dotación. El urbanismo de ensanche ha llegado al límite de sus posibilidades.
¿Qué es una actuación de dotación?
Constituye un instrumento de intervención en la ciudad a través del cual se actualiza su configuración, mejorando las dotaciones públicas existentes en ámbitos de suelo urbanizado por causa de las modificaciones que se experimenten su edificabilidad, densidad o usos. El legislador plasma esta figura urbanística en el artículo 7.1.b) TRLSRU/15, y, entre otros, art. 193 LOTURM. Para su efectividad, requieren de una alteración, previa o simultánea, del planeamiento vigente, que tenga por objeto bien un incremento de edificabilidad; bien de densidad; o bien la incorporación de nuevos usos de mayor valor.
Así pues, desde la perspectiva de la Administración Publica supone una respuesta a la necesidad de equilibrio dotacional, y en el ámbito privado una oportunidad de edificar coherente y sostenible. Supone intervenir en la ciudad, darle vida, mejorarla, hacerla sensible a la dinámica cambiante, recuperándola. Este instrumento permite hacer intervenciones asiladas y puntuales, públicas o privadas, en los ámbitos urbanos y urbanizados, generando ellas mismas mayores dotaciones públicas y recursos económicos necesarios mediante la producción de aprovechamiento lucrativo adicional o generado usos de mayor valor. Lógica y pertinente en atención a la dificultad, cada vez mayor, de crear nuevos ámbitos urbanizables(1). Es decir, el modo de mejorar la ciudad ya construida reajustando sus componentes y adecuándola a la realidad urbanística existente, esto es, a la realidad dinámica e histórica del proceso urbano.
Su utilidad en el panorama urbanístico actual es palmaria pues da respuesta a la necesidad de construir sobre lo transformado, basándose en criterios de sostenibilidad y evita el estancamiento o improductividad de ámbitos de suelo indebidamente atendidos. Se impone así el empleo de esta vía en la generalidad de ciudades del levante español. Sin duda, es el futuro probable de los agentes que intervienen en el urbanismo.